En la actualidad el proceso de
aprendizaje está cambiando de forma profunda. Hoy en día la construcción del
conocimiento está permeada por cuatro preguntas significativas: ¿qué se
enseña?, ¿para qué se enseña?, ¿qué se aprende? y ¿para qué se aprende? Estas
interrogantes interpelan la forma cómo se construye el conocimiento y su
utilidad social, así como el rol de la escuela en este proceso.
Al afirmar que el conocimiento se
construye y que tiene una función social, se confirma que éste es mediado por la
interacción de múltiples individuos que convergen, principalmente, en un
espacio delimitado: una institución educativa. Así, la escuela, no es sino el
espacio central donde se produce y reproduce el conocimiento, por un lado, a
los individuos insertos que operan en un contexto específico, y, por otro, la
socialización de las normas reguladoras del andamiaje social.
En este proceso de construcción del
conocimiento, una de las fases nodales es la evaluación cualitativa. Por medio
de ella docentes y alumnos se percatan y reflexionan sobre el tipo de
conocimiento adquirido y las formas en que éste puede ser usado. Empero, la
evaluación por sí misma, está determinada por una serie de condicionamientos
que la trastocan y la definen: ¿qué evaluar?, ¿para qué evaluar? y ¿cómo
hacerlo? Este ejercicio de reflexión y práctica implica tomar partido frente a
dos referentes epistemológicos: el positivista y el interpretativo. Al
considerar a la evaluación como un constructo social, es necesario favorecer la
última perspectiva, pues ésta considera que el conocimiento es algo que se
transforma y que se reinterpreta de acuerdo al contexto y experiencia
sociocultural de los individuos, favoreciendo con ello el utilizar una
evaluación cualitativa.
Así las cosas, la evaluación
cualitativa en este nuevo contexto del proceso de aprendizaje-enseñanza está
encaminada a: 1) el interaccionismo y el constructivismo pedagógico, 2) las
escalas nominativas y el orden jerárquico que emplea, 3) la variedad de
herramientas utilizadas, 4) el enfoque holístico de su práctica, 5) la relación
co-evaluativa entre docente y estudiante, y 6) su ejercicio, como un proceso
constante y permanente.
A continuación, se presenta un
esquema sobre las formas de evaluación tanto cualitativa como cuantitativa y los
medios que utilizan para dar a conocer los resultados:
Finalmente, cuando los docentes ven a
la evaluación como un proceso, pueden reflexionar en cómo su labor va más allá enseñar
contenidos, pues logra ver su espacio de trabajo como el medio idóneo para
fortalecer los aprendizajes, habilidades y actitudes de sus alumnos. Para ello,
toma en cuenta y valora lo que trae consigo la evaluación cualitativa y
cuantitativa, la autoevaluación y coevaluación. Por lo anterior, puede observar
que los estudiantes adoptan un nuevo rol, es decir, adoptan una actitud
creativa, participativa, interactiva, crítica y reflexiva en el proceso de
construir su conocimiento. Al cambiar el tipo de evaluación tradicional el
docente debe tener un cambio de mentalidad y reflexionar en los propósitos de
la educación, fines de evaluación, formas de relación y estrategias de trabajo.
Elaborado por: María Soledad Álvarez Ruíz
y Berenice Santillán Tejeda
Hola compañeras, el cuadro que incluyeron sobre las formas de evaluación me dejó mucho más clara esa parte del texto que leímos para esta actividad. Me parece un gran trabajo de síntesis, ya que abordan los puntos más importantes de manera clara. Solamente me parece que les faltó incluir de manera específica el término "complejidad" y explicar porqué la evaluación cualitativa es compleja.
ResponderEliminarSaludos.
Sol y Berenice, me parece muy clara su aportación en el blog y observo muchas coincidencias con la aportación que trabajamos conjuntamente con Jaime, me pareció muy interesante y destacable la afirmación que ustedes realizan respecto a la perspectiva del rol de la escuela en el proceso de enseñanza aprendizaje, ya que en la actualidad el aprendizaje hoy en día no tiene lugar y tiempo determinado, es decir con el uso de las tecnología de la información permiten romper esas barreras para llevar a cabo dicho proceso.
ResponderEliminarQue tal compañeras me parece acertada su aportación ya que es algo elemental de la lectura, pero como ustedes desde su perspectiva toman a la evaluación y el porque de evaluar cualitativamente seria una tarea compleja.
ResponderEliminarHola Compañeras
ResponderEliminarConcuerdo totalmente con ustedes en el planteamiento que realizan sobre los cuestionamientos base de la evaluación cualitativa; ¿qué evaluar?, ¿para qué evaluar?, ¿cómo hacerlo?, ya que son elementos fundamentales que rigen el proceso.
Ahora bien, encuentro que están identificando el nuevo rol del docente pero me gustaría complementar que el alumno también desempeña un nuevo rol, abandonado la pasividad y el anonimato, conduciéndose a la búsqueda de su autonomía educativa.
Saludos.
Hola compañeras, realizaron un excelente trabajo, el esquema sobre las formas de evaluación es claro y muestra las diferencias entre cuali y cuanti; ahora la reflexión sobre porque debemos inclinarnos hacia la evaluación cualitativa esta bien, pero aun existe resistencia en los docentes sobre todo en educación básica para adoptar este modelo y creemos que ese es el reto: cambio de mentalidad y reflexionar en los propósitos de la educación, fines de evaluación, formas de relación y estrategias de trabajo.
ResponderEliminarEsmeralda y Fausto.